viernes, 3 de septiembre de 2010

Tesoro Perdido

La fortuna lejana anhela su regreso al castillo de arena, que como lo recuerda, era bañada de aguas de sales tropicales y sus olas las abrazaban dulcemente aun en las tinieblas de una fría noche.

Recuerda la reina y su princesa, la forma en que vestían sus preciosas joyas, sacadas del cofre de la fortuna. Recuerda como la reina y su princesa luchaban para lucir las más bellas y como sus joyas amaban lucirse sobre ellas.

El príncipe en el castillo de arena húmeda y dura, solía brillar cada una de las joyas del tesoro y las hacía brillar al Sol. No gustaba usar las joyas, pero le encantaba verlas brillar sobre sus damas. Recuerda además, que ya no estaba en el castillo de arena y su brillo lentamente se había perdido, no tiene quien las haga brillar, ni puede ver al Sol en donde se encuentra, puesto que los piratas de sus playas las había escondido profundamente debajo de la tierra, en donde sólo puede oír su propio hueco.

Hasta ahora, vive de los recuerdos y de la esperanza de que su príncipe, convertido en rey, algún día encuentre el mapa que la guiará hacia ella, para que todo esté en orden nuevamente: la princesa bailando, la reina celebrando y su príncipe haciéndola brillar en todo momento, hasta la nueva eternidad.

1 comentario:

utopic jert dijo...

el mapa del tesoro esta dentro de su corazon. Solo debe encontrar el camino devuelta. Lo importante es que la esperanza nunca se pierde. El principe, que ahora es rey, lograra encontrarlas y vivir asi felices para siempre. Como siempre anhelaron, como debia ser.