Qué hermosa virtud es estar aqui, encerrado con fronteras que, irónicamente, nos unen. Contemplar la belleza de tu presencia mientras hay una suave brisa rozando tu rostro, un beso tierno e inmaduro al distraerte con la mirada y el incansable deseo de amar profundamente a ese reflejo complementario de mí mismo que eres tu. Admiremos el momento que se está viviendo ahora, no existe un límite ni tiempo, solo el pequeño espacio entre tu y yo, eliminémoslo.
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